Coleccionista innato, Robert Brady logró adquirir a lo largo de toda su vida más de mil 300 objetos de arte, entre los cuales destacan obras maestras de Rufino Tamayo, Frida Kahlo, Miguel Covarrubias, Maurice Prendergast, Marsden Hartley, María Izquierdo, José Guadalupe Posada, entre muchos otros más, incluyendo muebles coloniales mexicanos y figuras prehispánicas;  cuadros y esculturas, así como arte primitivo de los cuatro continentes del mundo. 

La casa-museo cuenta con 14 habitaciones decoradas tal y como Brady las dejó antes de morir, en 1986. Cada sala cuenta con una atmósfera sumamente acogedora que te hace sentir, definitivamente, como en casa.

En el jardín superior se encuentra la terraza, llamada "Cuarto de arte Tribal", donde destaca una colección de máscaras de distintos países, así como unas palomas de Huicholes con chaquira recargadas en una mesa que adquirió en Camerún, hecha del mismo material. Pero, definitivamente, el comedor y la cocina de este lugar serán de tus favoritos, pues podrás apreciar una colección de pinturas de San Pascual Bailón, santo patrono de los cocineros, y muchas piezas de arte mexicano.