


La Historia TEATRO BLANQUITA
Cuando de entretenimiento y espectáculos populares se habla, un referente obligado es el Teatro Blanquita, ubicado en el número 16 del Eje Central “Lázaro Cárdenas”, en la Colonia Guerrero, Delegación Cuauhtémoc, justo en la esquina con la calle de Mina, sobre la explanada de la Plaza Aquiles Serdán, antes Plaza Villamil. Recinto de espectáculos que tiene una historia fantástica, llena de color, plumas, chaquira, lentejuela y glamur.
A finales del siglo XlX, en el año 1891, se estableció en este terreno el legendario Circo Orrin, espectáculo que recorrió gran parte del país y cuyo edificio era en realidad un palacio del entretenimiento. Llamativa construcción con arquitectura Art nouveau, estilo que iniciaba sudominio en la época. El propietario y fundador de este fantástico circo era Walter Orrin.
El público que frecuentaba el establecimiento era muy variado, reuniendo a niños y ancianos por igual, así como gente adinerada y campesinos de los alrededores de la ciudad, logrando que la calidad del espectáculo disolviera las barreras sociales con el eco de las risas y los gestos de asombro, al contemplar a los maravillosos trapecistas, magos, leones y elefantes, pero, sobre todo, con la presencia de la estrella del espectáculo: El payaso Richard Bell, un actor inglés que se ganó el cariño de la gente; se dice que le robaba una sonrisa a todo mundo, incluso al General Porfirio Díaz, con quien sostuvo una buena amistad. Una de las anécdotas que la gente cuenta, menciona que en una ocasión se le cuestionó al Presidente Díaz la razón por la cual no dejaba que el pueblo votara para elegir a su gobernante, el Presidente con una sonrisa en los labios contestó: “Porque todos votarían por Richard Bell”.
Por: David A. Reyes

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Este inmueble gozó varios años de fama, hasta que Walter Orrin prefirió dedicarse al negocio de bienes raíces en una ciudad que tenía grandes oportunidades de construcción. La familia Orrín decidió invertir sus ganancias creando La Colonia Roma, y como tributo y agradecimiento al país que los adoptó, bautizaron las calles de esta nueva zona con los nombres de los diferentes estados de la república que con mucho éxito el Circo Orrín visitó: Yucatán, Campeche, Nuevo León, Córdoba, Orizaba, Querétaro, San Luis Potosí, etc.
Una vez que el Circo Orrin cerró sus puertas, en 1906, Richard Bell creó su propio Circo en el mismo lugar, dando continuidad al esparcimiento que ya caracterizaba a ese local y privilegiando al teatro y las artes escénicas sobre otros espectáculos. El Circo Bell abrió sus puertas en 1907 y finalmente fue demolido en 1910.
Décadas más tarde, en el año 1948, la corista y bailarina Margarita Su López (Margo Su), quien inició su trabajo artístico en el Teatro Folis y en la Carpa Libertad, obtuvo junto a su esposo Félix Cervantes (Viudo de la cantante del género ranchero Lucha Reyes) el arrendamiento del terreno en donde anteriormente se edificó el Circo Orrin. En esta ocasión se levantó una Carpa para mil trecientas personas, el cual fue llamado Teatro Salón Margo.
El Margo se convirtió en uno de los lugares de entretenimiento más destacados y concurridos de la capital; la razón principal era su variado elenco integrado por cómicos, bailarines y cantantes de reconocido prestigio, como Antonio Espino “Clavillazo” y María Victoria.
En 1958, el Jefe del Departamento del Distrito Federal, Ernesto P. Uruchurtu, calificó al inmueble, en referencia a los espectáculos que presentaba y al público que lo frecuentaba, como un lugar corriente, vulgar y de peladaje. Ordenó la demolición del Margo bajo el pretexto de no acatar con las disposiciones de seguridad del reglamento de construcciones de teatros de la ciudad.
Dos años después, en 1960, Manuel Cervantes, tío de Félix, compró el terreno y construyó un nuevo teatro al que, en honor a Blanca Eva Cervantes, hija de la pareja Cervantes-Su, se le denominó como Teatro Blanquita. Con la ayuda de su socio Guillermo Vallejo; Félix y Margo de nuevo se hicieron cargo del arrendamiento de este sitio, con el compromiso de revivir el estilo de los espectáculos de revista de los años cuarenta. En su inauguración, el 27 de agosto, se presentaron artistas de la talla de Libertad Lamarque y Adalberto Martínez “Resortes”.
Para lograr los mejores cuadros artísticos, Margo se hizo de un equipo de profesionales, entre los que se destacaban Julián de Meriche, director de escena, y Ricardo Luna, coreógrafo egresado de Bellas Artes.
Entre las anécdotas de este escenario se destacan las relaciones entre el medio artístico y el medio político, haciendo de las butacas y camerinos noticia fresca para las revistas del corazón. O por ejemplo, se cuenta cómo el cantante y compositor Rubén Fuentes dedicó la canción de la Bikina a una bailarina del Ballet de este teatro, quien acostumbraba a realizar sus danzas solamente portando un bikini.
En el escenario del Teatro Blanquita han desfilado figuras como: Fernando Soto “Mantequilla”, Luis Alcaraz, Julio Jaramillo, Dámaso Pérez Prado, Toña la Negra, Celia Cruz, La Sonora Santanera, Los Xochimilcas, La Sonora Matancera, Los Polivoces, Sasha Montenegro, Irma Serrano, María Elena Velasco “La India María”, Carmen Salinas, Francis, Astrid Hadad, Polo Polo, Vicente y Alejandro Fernández, entre otros.

En 1999 el Teatro fue remodelado bajo la administración de la familia Vallejo y actualmente es manejado por OCESA, empresa dedicada al entretenimiento, y que durante mayo de 2014 ha programado la presentación del espectáculo “Amar y Querer: un musical de sangre azul”, con la actuación especial del "Príncipe de la canción", José José; asimismo, también está proyectado en este escenario la picardía del extraordinario comediante Polo Polo.
Así que no hay pretexto, venga a disfrutar de momentos románticos y de grandes carcajadas durante este mes, no se pierdan esta oportunidad para convivir y divertirse en familia en este reconocido e inigualable templo del espectáculo popular.
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